Y si nos tomamos un café?
Cuánto poder puede tener una frase? Ese poder de poner patas para arriba el mundo de una persona. Persona que creía tener todo muy claro, o tal vez no, pero quería creer que si.
Un día como cualquier otro, Sofia, se juntó con un conocido a tomar un café. Aunque por dentro sabía que habia una energía muy especial, sólo era un café. Con miradas intensas, y una charla muy fluida, ese ratito fue el comienzo de una historia llena de mucho amor, emociones intensas y dolorosas a la vez.
Lo que sólo sería un café, siguió con otra cita que concluyó en un beso cargado de pasión y luego, continuó en una noche llena de muchos nervios, inseguridades pero mucho amor.
Y así comenzó esta historia que de simple, no tiene nada.
Comenzaron los encuentros, las llamadas, las sonrisas, los vacios permanentes, la necesidad de querer huir de todos lados sólo para estar un ratito juntos.
Ese diciembre marcó un antes y después en la vida de estos dos amantes, porque, pequeño detalle que todavía no les conté, ambos casados, y él con familia.
De un día para el otro se volvieron inseparables. Con encuentros de horas o si ella podía inventar algo, podían llegar a pasar la noche juntos.
Él no tenía problema ya que su trabajo era viajar, por lo que nadie le preguntaba dónde o con quién estaba, pero ella tenía que estar mintiendo todo el tiempo, algo que al final, también resultó agotador.
Sofia era mucho más joven, y no tenía el coraje para tomar la decisión de separarse y dejar atrás todo lo que habia logrado formar, por lo que soñaba con que él tomara ese primer paso y así ella poder escapar sin miedo de lo que iba a encontrar del otro lado. Claro que eso nunca sucedió.
Pasaron una semana entera juntos, se amaron y vivieron todo lo que podía ser si dejaban todo y apostaban a su amor, desayunos, almuerzos, paseos, hacer el amor todo el día, las noches, las cenas, las risas, los momentos, las peliculas, caminar tomados de la mano, pero eso no fue suficiente.
Fueron meses hermosos, llenos de mucho amor, un amor que jamás habian sentido ninguno de los dos, ese amor por lo que cualquier ser humano conciente lucha y no deja ir. Pero se ve que ninguno de los dos estaba en esa posición, porque hoy en día, ambos siguen con su antigua vida. Infelices? no lo sabemos, pero sus corazones siguen unidos y seguiran unidos para siempre, porque ese amor, esa pasión, esa paz, no la van a encontrar en ninguna otra persona. A lo mejor, algún día, lo que está destinado a suceder, sucederá.
Mientras tanto, ambos sufren en silencio, y tienen un vacio de amor inmenso, porque él espera que ella tome el primer paso, y ella espera que él lo haga. La ley del más fuerte, ninguno lo hace, y ambos siguen esperando.
Ella ha tratado de borrarlo de su vida un millón de veces, pero siempre, de alguna manera, se vuelve a presentar. Es tanto el amor que siente por él, que no logra dejarlo ir. No quiere dejarlo ir. Pero tampoco acepta que hoy por hoy, ninguno de los dos está posicionado para poder amarse plenamente. Porque ninguno de los dos logró dar un paso al costado sin esperar primero la decisión del otro.
Asi que esta historia fue corta, pero llena de un amor que realmente no es fácil ponerlo en palabras, porque creo que no existen palabras para describir el fuego y la pasión que estas dos personas generaban cada vez que estaban juntas. El brillo en los ojos y la sonrisa que él le generaba a ella, y ella a él.
Ambos amandose en silencio. Ambos deseandose e imaginando una vida juntos.
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